Números, 28
Ofrendas que deben ser presentadas al Señor (Lv 23; Ez 46,4-15)
28 1El Señor habló a Moisés:
2–Ordena a los israelitas: Pongan cuidado en presentarme a su debido tiempo mis ofrendas, mis alimentos y las oblaciones de aroma que aplaca. 3Diles también:
»Diariamente dos corderos de un año, sin defecto, como holocausto perpetuo. 4Uno de los corderos lo ofrecerás por la mañana y el otro al atardecer, 5junto con la ofrenda de la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad amasada con un litro de aceite refinado. 6Es el holocausto perpetuo que se ofrecía en el monte Sinaí, como aroma que aplaca, oblación al Señor. 7La libación será de un litro por cada cordero. La libación de licor se hará en el templo. 8El segundo cordero lo ofrecerás al atardecer, con la misma ofrenda y la misma libación de la mañana, en oblación de aroma que aplaca al Señor.
9»El sábado ofrecerás dos corderos de un año, sin defecto, con dos décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad amasada con aceite, como ofrenda, y con su libación. 10Es el holocausto del sábado que se añade al holocausto diario y a su libación.
11»El primero de mes ofrecerán en holocausto al Señor dos novillos, un carnero y siete corderos de un año sin defecto. 12Como ofrenda por cada novillo, tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad amasada con aceite; por el carnero, una ofrenda de dos décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad amasada con aceite, 13y por cada cordero, una ofrenda de una décima parte de una medida de harina de la mejor calidad amasada con aceite. Es un holocausto, oblación de aroma que aplaca al Señor. 14La libación será de dos litros de vino por cada novillo, de un litro y medio por el carnero y de un litro por cada cordero. Es el holocausto mensual para todos los meses del año. 15Se ofrecerá también al Señor un chivo en sacrificio expiatorio, además del holocausto diario y su oblación.
16»El día catorce del primer mes se celebra la Pascua del Señor y 17el día quince es día de fiesta. Durante siete días se comerá pan ázimo. 18El primer día se reunirán en asamblea litúrgica y no trabajarán. 19Ofrecerán en oblación, en holocausto al Señor, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año sin defecto con una ofrenda de harina de la mejor calidad amasada con aceite: 20tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad por cada novillo, dos décimas partes por el carnero 21y una décima parte por cada uno de los siete corderos. 22Ofrecerán también un chivo en sacrificio expiatorio para realizar el rito de expiación por ustedes; 23además del holocausto de la mañana, el holocausto diario. 24Lo mismo harán cada uno de los siete días: es alimento, oblación de aroma que aplaca al Señor. Harán eso además del holocausto diario y su libación. 25El séptimo día tendrán asamblea litúrgica y no trabajarán.
26»El día de las primicias, cuando ustedes presenten al Señor la ofrenda nueva, en la fiesta de las Semanas, tendrán asamblea litúrgica y no harán trabajo alguno. 27Ofrecerán como holocausto de aroma que aplaca al Señor dos novillos, un carnero y siete corderos de un año 28con una ofrenda de harina de la mejor calidad amasada con aceite: tres décimas partes de una medida por cada novillo, dos décimas partes de una medida por el carnero 29y una décima parte de una medida por cada uno de los siete corderos. 30Ofrecerán un chivo para realizar el rito de expiación por ustedes, 31además del holocausto diario y de su ofrenda. No tendrán defecto y añadirán la libación.
Notas:
28,1–30,1 Ofrendas que deben ser presentadas al Señor. Estos dos capítulos prácticamente recogen lo ya legislado en Levítico 23 sobre las diferentes ofrendas que debían presentarse al Señor con motivo de las grandes festividades; sin embargo, advertimos varias novedades: 28,9s menciona por primera vez en el «corpus legislativo del culto» una ofrenda que debía ser presentada el sábado, sin paralelo en el Pentateuco pero sí en Ezequiel (Ez 46,4s), lo cual hace suponer que se trata de una ley que surge en el destierro y que posiblemente perdura hasta la época del Nuevo Testamento. La segunda novedad es la ley sobre los sacrificios el día primero de cada mes; es decir, el día de luna nueva, cuya fiesta se menciona sin regulaciones precisas en Nm 10,10; 1 Sm 20,5; Is 1,13; Sal 81,4.
Nótese que, por regla general, a una ofrenda animal le corresponde también una ofrenda vegetal. La intención teológica y pastoral de estas regulaciones es el reconocimiento permanente por parte del pueblo de la total soberanía del Señor mediante el ofrecimiento de parte de lo que el mismo Señor ha dado a sus hijos; el israelita debía tener en mente que no era él quien daba algo al Señor: era el Señor quien le había dado a él, y en reconocimiento devolvía parte de lo recibido. Desafortunadamente no siempre se entendió así esa dinámica, sino que se llegó a pensar que el Señor necesitaba de esas ofrendas o que con ellas los israelitas podían comprarse algún favor divino; al menos eso es lo que se puede deducir del Sal 50.