2 Crónicas, 1
EL REINADO DE SALOMÓN
Visión de Salomón (1 Re 3,4-15)
1 1Salomón, hijo de David, se afianzó en el trono, y el Señor, su Dios, estaba con él y lo engrandeció. 2Después de hablar con los israelitas, con los jefes y oficiales, los jueces, los príncipes y todos los jefes de familia, 3Salomón y toda la comunidad con él se dirigieron al santuario de Guibeón, donde estaba la tienda del encuentro con Dios, la que había hecho en el desierto Moisés, siervo de Dios. 4El arca de Dios, en cambio, había sido llevada por David desde Quiriat Yearim al lugar que él mismo le había preparado en Jerusalén, levantando allí una tienda de campaña para ella. 5El altar de bronce que había hecho Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, también se encontraba allí, delante del santuario del Señor. 6Salomón y la comunidad lo consultaban. Subió Salomón al lugar donde se hallaba el altar de bronce –el que está en presencia del Señor, delante de la tienda del encuentro– y ofreció sobre él mil holocaustos.
7Aquella noche, Dios se apareció a Salomón y le dijo:
–Pídeme lo que quieras.
8Salomón respondió a Dios:
–Tú trataste con gran misericordia a mi padre, David, y me has nombrado sucesor suyo. 9Ahora, Señor Dios, que se cumpla la promesa que hiciste a mi padre, David, porque tú has sido quien me ha hecho reinar sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. 10Dame ciencia y sabiduría para dirigir a este pueblo. De lo contrario, ¿quién podría gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?
11Contestó Dios a Salomón:
–Por haber sido ése tu deseo, en vez de pedirme riquezas, bienes, gloria, la muerte de tus enemigos o una larga vida; por haber pedido ciencia y sabiduría para gobernar a mi pueblo, del que te he constituido rey, 12se te concede la sabiduría y la ciencia, y también riquezas, bienes y gloria como no la han tenido los reyes que te precedieron ni la tendrán tus sucesores.
13Salomón salió de la tienda del encuentro y volvió desde el santuario de Guibeón a Jerusalén, donde reinó en Israel.
Riquezas de Salomón (1 Re 10,26-29)
14Salomón juntó carros y caballos. Llegó a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos. Los acantonó en las ciudades con cuarteles para carros y en Jerusalén, junto a palacio. 15El rey consiguió que en Jerusalén la plata y el oro fueran tan corrientes como las piedras, y los cedros tan numerosos como los sicómoros de la Sefela. 16Los caballos de Salomón provenían de Egipto y Cilicia, donde los tratantes del rey los compraban al contado. 17Cada carro importado de Egipto valía seiscientos pesos, y un caballo, ciento cincuenta. Sus intermediarios los vendían por el mismo precio a los reyes hititas y sirios.
Notas:
1,1–9,31 El reinado de Salomón. En estos capítulos el Cronista presenta desde su perspectiva el reinado de Salomón siguiendo los datos de 1 Re 1–11. El relato de este libro omite todo los aspectos negativos que manchen la imagen del rey o que no encajen en su grandeza como los crímenes que precedieron su ascensión al trono (1 Re 1s), el juicio de Salomón sobre dos prostitutas (1 Re 3,16-27), la infidelidad del rey en su vejez (1 Re 11,1-13), sus dificultades políticas y económicas (1 Re 11,14-40). El Cronista se centra en la construcción del Templo a la que dedica cinco capítulos (2–7). Salomón es descrito, entonces, como el rey ideal esperado por Israel; el rey que con la construcción del Templo, lleva a acabo el proyecto de David y el designio de Dios. El rey sabio que sabe construir, gobernar, comerciar bien.
Los capítulos 1–9 comienzan (1,14-17) y terminan (9,1-28) con la celebración de la riqueza y de la sabiduría de Salomón.
1,1-13 Visión de Salomón. El Cronista sigue la narración de 1 Re 3,4-15, modificándolo desde su perspectiva teológica: la presencia de Salomón en Guibeón no es un acto de culto privado sino público con dimensiones de peregrinación. Desaparece la referencia al sueño. Además el Cronista ubica en Guibeón la tienda que mandó construir Moisés en el desierto, para justificar la presencia de Salomón en un santuario distinto al de Jerusalén. El primer acto del reinado de Salomón se constituye así en un acto litúrgico, más que político. La sabiduría solicitada por el rey es la capacidad de guiar al pueblo de Dios mediante la construcción del Templo (10).
1,14-17 Riquezas de Salomón. Esta mención es una expresión de la bendición divina que aprueba el proceder del rey.
1,18–4,22 Construcción del Templo. El Cronista omite la narración de 1 Re 3,15–5,14 y pasa a describir la razón de ser del reinado de Salomón: la construcción del Templo, haciendo solo una rápida alusión al palacio real (2,11). En los capítulos 3s el Cronista describe el edificio construido por Salomón con su mobiliario y utensilios, siguiendo el texto de 1 Re 6s. El Cronista utiliza cifras y medidas exageradas, especialmente en lo que respecta a cantidades de oro. Algunos detalles indican que el autor tenía en mente el Templo reconstruido después del exilio (3,14, Ez 40,5).
1,18–2,17 Preparativos. El capítulo describe la correspondencia diplomática entre salomón y Jirán, rey de Tiro. En esta correspondencia se resalta que para la construcción del Templo, la dirección artística (2,12s) y la mano de obra eran extranjeras (2,16). Se respeta el modelo entregado por Dios a David. El versículo 2,11 hace una ligera mención a la construcción del palacio real (1 Re 5,21).