Ester 11
El sueño de Mardoqueo
11 1El año segundo del reinado del emperador Artajerjes, el día uno de abril, tuvo un sueño Mardoqueo, hijo de Yaír, descendiente de Semeí, y de Quis, benjaminita, 2un judío que vivía en la ciudad de Susa, funcionario de la corte, 3uno de los deportados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos desde Jerusalén con Jeconías, rey de Judá.
4Soñó lo siguiente: gritos y estruendo, truenos, un terremoto, tumulto en la tierra. 5Luego aparecieron dos grandes dragones dispuestos al combate; lanzaron un rugido, 6y al oírlo, todas las naciones se armaron para atacar a la raza de los justos.
7El día quedó oscuro y sombrío. ¡Día de tribulación y angustia, calamidades y tumultos! 8Toda la raza de los justos se asustó, temiendo la ruina, y se dispusieron a morir; pero gritaron al Señor, 9y en respuesta a su clamor, un río enorme y caudaloso surgió como de una fuentecilla; 10apareció una luz y salió el sol; los oprimidos se levantaron y devoraron a los grandes.
11Cuando Mardoqueo despertó, se le había grabado profundamente aquel sueño, en el que había visto los planes de Dios, y estuvo dándole vueltas hasta la noche, intentando descifrarlo.
Mardoqueo delata a los golpistas
11 12Mardoqueo vivía en la corte con Gabazá y Zarra, los dos eunucos reales centinelas, 13y oyendo sus conversaciones se enteró de sus planes, hasta averiguar que preparaban un atentado contra el rey Artajerjes. Mardoqueo informó al rey de todo. 14El rey interrogó a los dos eunucos; ellos confesaron y fueron ajusticiados. 15Entonces el rey mandó escribir este suceso en los anales, y Mardoqueo, por su cuenta, escribió una relación de todo aquello. 16El rey dio a Mardoqueo un cargo en la corte y lo recompensó con regalos. 17Pero Amán, el hijo de Hamdatá, de Agag, un personaje con mucho prestigio ante el rey, andaba buscando la manera de perjudicar a Mardoqueo y a su gente por el asunto de los dos eunucos del rey.
Notas:
11,12-17 Mardoqueo delata a los golpistas. El redactor griego, con riesgo de poner en peligro el buen curso del hilo narrativo, inserta en la narración hebrea una versión ampliada del complot que se estaba tramando contra el rey, la oportuna intervención de Mardoqueo, la recompensa de la que es objeto el delator y el odio que estos sucesos suscitan en Amán, el funcionario arribista.