Éxodo, 31
Artesanos del Santuario (35,30-35)
31 1El Señor habló a Moisés:
2–He escogido personalmente a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, 3y lo he colmado de dotes sobrehumanas, de destreza, habilidad y saber en su oficio, 4para que proyecte y labre oro, plata y bronce; 5para que talle piedras y las engaste; para que talle madera, y para las demás tareas. 6Le doy como ayudante a Ohliab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. A todos los artesanos les he dado habilidad para que hagan todo lo que te he mandado, 7la tienda del encuentro, el arca de la alianza, la placa que la tapa y todos los utensilios de la tienda; 8la mesa con sus utensilios, el candelabro de oro de ley con sus utensilios y el altar del incienso; 9el altar de los holocaustos con sus utensilios, la fuente de bronce con su base; 10todos los ornamentos sagrados del sacerdote Aarón y sus hijos para cuando oficien; 11el aceite de la unción y el incienso del sahumerio del templo. Lo harán ajustándose a lo que yo he ordenado.
Descanso del sábado (Nm 15,32-36)
12El Señor habló a Moisés:
13–Di a los israelitas: guardarán mis sábados, porque el sábado es la señal convenida entre mí y ustedes, por todas las generaciones, para que ustedes sepan que yo soy el Señor, que los santifica.
14Guardarán el sábado porque es día santo para ustedes; el que lo profane será condenado a muerte; el que trabaje será excluido de su pueblo. 15Seis días podrán trabajar; el séptimo es día de descanso solemne dedicado al Señor. El que trabaje en sábado será condenado a muerte. 16Los israelitas guardarán el sábado a lo largo de las generaciones como alianza perpetua. 17Será la señal perpetua entre yo y los israelitas, porque el Señor hizo el cielo y la tierra en seis días y el séptimo descansó.
18Cuando acabó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las tablas de la alianza: tablas de piedra escritas por el dedo del Señor.
Notas:
31,1-11 Artesanos del Santuario. Para dar el realce sagrado que corresponde al Santuario como lugar de la presencia divina se establece el carácter de elección divina de los artesanos que están dotados de habilidades sobrehumanas para realizar su trabajo (3.6b). En el antiguo Canaán, la construcción del templo de Baal estuvo dirigida por el dios de los artesanos. Es la manera como la corriente sacerdotal (P) rodea la construcción del templo y las instituciones cultuales de una autoridad divina, de la que proceden directa o indirectamente las órdenes. Sabemos que esta corriente (P) hace coincidir la creación del mundo con la construcción del Santuario «portátil» en el desierto y la erección definitiva del templo en la tierra prometida. Con ello se sustenta la convicción teológica de la presencia permanente de Dios en medio de su pueblo.
31,12-18 Descanso del sábado. En Éx 16,23-30, la corriente sacerdotal (P) ya había hecho una conexión muy interesante del sábado con el don del maná en el desierto para decir que la recolección del maná –símbolo de la necesaria búsqueda humana de la subsistencia– debía respetar un ciclo de actividad y de reposo –el hombre y la mujer son algo más que meros entes condenados a sobrevivir–. Dicho reposo estaba ordenado por Dios mismo. En aquella ocasión, esta corriente (P) lo encuadra con el maná, pero no lo explica. En este pasaje lo saca de nuevo a la luz para conectarlo con todo el documento sobre las estipulaciones para construir el Santuario, pero además lo conecta directamente con las faenas de la creación divina (17) y le da un valor de signo de Alianza entre Dios y su pueblo (13.17). Quebrantar el sábado conlleva la pena de muerte (15). Seguramente, habría muchas infracciones contra la observancia del sábado, pero en la Escritura encontramos sólo un caso en el cual es ejecutado el infractor (Nm 15,32-36).