Génesis, 34
Dina en Siquén (Éx 22,15s; Dt 22,28s; 2 Sm 13; Jdt 9,2-4)
34 1Un día salió Dina, la hija que Lía dio a Jacob, a ver las mujeres del país. 2La vio Siquén, hijo de Jamor heveo, príncipe del país, la agarró, se acostó con ella y la violó. 3Cautivado por ella y enamorado de ella, cortejó a la muchacha.
4Siquén habló a su padre Jamor:
–Consígueme esa chica como mujer.
5Jacob oyó que su hija Dina había sido violada; pero, como sus hijos estaban en el campo con el ganado, esperó en silencio a que volvieran. 6 Jamor, padre de Siquén, salió a visitar a Jacob para hablar con él. 7Los hijos de Jacob volvían del campo; cuando aquellos hombres oyeron la noticia se enfurecieron, porque era una ofensa a Israel haberse acostado con la hija de Jacob; una cosa que no se hace. 8Jamor habló con ellos:
–Mi hijo Siquén se ha encariñado con esta muchacha, permítanle casarse con ella. 9Así emparentaremos: nos darán sus hijas y tomarán las nuestras 10y vivirán con nosotros. El país está a disposición de ustedes: habiten en él, hagan negocios y adquieran propiedades.
11Siquén dijo al padre y a los hermanos:
–Háganme este favor, que les daré lo que me pidan. 12Señalen una dote alta y regalos valiosos por la muchacha y les daré lo que pidan, con tal de que me la den en matrimonio.
13Los hijos de Jacob respondieron a Siquén y a su padre Jamor con engaño, porque su hermana Dina había sido ultrajada. 14Les dijeron:
–No podemos hacer lo que piden, entregar nuestra hermana a un hombre no circuncidado, porque es una ofensa para nosotros. 15Aceptamos con esta condición: que sean como nosotros, circuncidando a todos los varones. 16Entonces les daremos nuestras hijas y tomaremos las de ustedes, habitaremos con ustedes y seremos un solo pueblo.
17Pero si no aceptan circuncidarse, nos llevaremos a nuestra chica.
18Pareció bien la propuesta a Jamor y a su hijo Siquén. 19Y no tardó el muchacho en ejecutarlo, porque quería a la hija de Jacob y era la persona más importante en casa de su padre. 20Fue pues Jamor con su hijo Siquén a la plaza y dirigió la palabra a los hombres de la ciudad:
21–Estos hombres son gente pacífica. Que habiten con nosotros en el país, comerciando, que hay suficiente espacio para ellos; tomaremos sus hijas por esposas y les daremos las nuestras. 22Sólo que acceden a vivir entre nosotros y a ser un solo pueblo con esta condición: que circuncidemos a todos los varones como hacen ellos.
23Sus ganados, sus posesiones, sus bestias serán nuestras. Aceptemos y habitarán entre nosotros.
24Todos los asistentes aceptaron la propuesta de Jamor y de su hijo Siquén y circuncidaron a todos los varones.
25Al tercer día, cuando convalecían, los dos hijos de Jacob y hermanos de Dina, Simeón y Leví, empuñaron la espada, entraron en la ciudad confiada, mataron a todos los varones, 26ejecutaron a espada a Jamor y a su hijo Siquén y sacaron a Dina de casa de Siquén.
27Los hijos de Jacob penetraron entre los muertos y saquearon la ciudad que había ultrajado a su hermana: 28ovejas, vacas y asnos, cuanto había en la ciudad y en el campo se lo llevaron; 29todas las riquezas, los niños y las mujeres como cautivos y cuanto había en las casas.
30Jacob dijo a Simeón y Leví:
–Me han arruinado, haciéndome odioso a la gente del país, a cananeos y fereceos. Si se juntan contra nosotros y nos matan, pereceré yo con mi familia.
31Le contestaron:
–¿Y a nuestra hermana la iban a tratar como a una prostituta?
Notas:
34,1-31 Dina en Siquén. El traslado de Jacob y su familia a Betel está enmarcado por el enamoramiento de Siquén, hijo de Jamor, de Dina, hija de Lía y Jacob, descrita como una violación. El incidente cuadra perfectamente con la manera de ser y de pensar del oriental respecto al abuso de una joven; según ellos, cualquier medio es válido para vengar el honor de la hermana ultrajada. Dicha venganza debe ser ejecutada por su hermano mayor, por lo general acompañado del resto de hermanos varones. Los hermanos de Dina utilizan una estrategia que les da buen resultado. Sólo después de la masacre realizada, Jacob se lamenta por las posibles reacciones de los habitantes del país.
El relato puede esconder varias intenciones: en primer lugar, describir los peligros de un pueblo como el israelita en medio de los cananeos, peligro de «contaminación» con los incircuncisos del lugar. Por primera vez, el argumento de la circuncisión es utilizado para declarar la pertenencia o no a la nación israelita, aunque no parece que sea ése el único requisito para pertenecer al pueblo de la elección. De hecho, los hermanos de Dina pasan a espada a todos los que han accedido a la circuncisión. Una segunda intención del relato podría ser el rechazo implícito de la Escritura a los excesos de violencia. No se emite ningún juicio, y el silencio de Dios parecería consentirla; pero el repudio de semejante actitud habría que deducirlo de la lamentación de Jacob (30) y de su posterior desplazamiento con su familia y sus ganados a Betel –no obstante, el narrador se cuida de que todo aparezca como una orden directa de Dios y sin ninguna conexión aparente con la violencia de Simeón y Leví–.
Otra intención implícita en el relato podría conectarse con la razón de que precisamente Simeón y Leví fueran las únicas tribus que nunca tuvieron territorio propio en el país. Leví no heredó territorio; la explicación que se dio era que a esta tribu le correspondían funciones sacerdotales y, por tanto, su porción era el Señor (Jos 13,14.33). Por su parte, la tribu de Simeón, aunque en principio habitó el bajo Negueb, fue finalmente absorbida por la tribu de Judá. Como en la Biblia ninguna acción buena o mala se queda sin su premio o su castigo, esta suerte histórica podría ser entendida como la retribución a la violencia de Simeón y Leví contra los cananeos. Sería una forma de decir que no es por medio de la violencia como había que conquistar el territorio.
Finalmente, se podría entender en el conjunto del relato la justificación del traslado definitivo de Jacob a Betel, lugar central de las tradiciones norteñas; recuérdese que Jacob es el gran patriarca del norte, así como Abrahán e Isaac son los héroes o personajes centrales de las tradiciones del sur.