Números, 13
Los exploradores (Dt 1,19-40)
13 1El Señor dijo a Moisés:
2–Envía gente a explorar el país de Canaán, que yo voy a entregar a los israelitas; envía uno de cada tribu, y que todos sean jefes.
3Moisés los envió desde el desierto de Farán, según la orden del Señor; todos eran jefes de los israelitas.
4Sus nombres eran los siguientes: de la tribu de Rubén, Samúa, hijo de Zacur; 5de la tribu de Simeón, Safat, hijo de Horí; 6de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefoné; 7de la tribu de Isacar, Yigal, hijo de José; 8de la tribu de Efraín, Hosea, hijo de Nun; 9de la tribu de Benjamín, Paltí, hijo de Rafú; 10de la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí; 11de la tribu de Manasés –hijo de José–, Gadí, hijo de Susí; 12de la tribu de Dan, Amiel, hijo de Gamalí; 13de la tribu de Aser, Satur, hijo de Miguel; 14de la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vafsí; 15de la tribu de Gad, Guevel, hijo de Maquí.
16Éstos son los nombres de los que envió Moisés a explorar el país; a Hosea, hijo de Nun, le cambió el nombre en Josué.
17Moisés los envió a explorar el país de Canaán, diciéndoles:
–Suban por este desierto hasta llegar a la montaña. 18Observen cómo es el país y sus habitantes, si son fuertes o débiles, escasos o numerosos; 19cómo es la tierra, buena o mala; cómo son las ciudades que habitan, de carpas o amuralladas; 20cómo es la tierra, fértil o estéril, con vegetación o sin ella. Sean valientes y traigan frutos del país. Era la estación en que maduran las primeras uvas.
21Subieron ellos y exploraron el país desde Sin hasta Rejob, junto a la Entrada de Jamat. 22Subieron por el desierto de Sin y llegaron hasta Hebrón, donde vivían Ajimán, Sesay y Tolmay, hijos de Anac. Hebrón había sido fundada siete años antes que Soán de Egipto. 23Llegados a Nájal Escol cortaron un ramo con un solo racimo de uvas, lo colgaron en una vara y lo llevaron entre dos. También cortaron granadas e higos.
24Ese lugar se llama Nájal Escol, por el racimo que allí cortaron los israelitas.
Informe
25Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país, 26y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad israelita, en el desierto de Farán, en Cades. Les presentaron el informe a ellos, a toda la comunidad israelita, y les enseñaron los frutos del país. 27Y les contaron:
–Hemos entrado en el país adonde nos enviaste; es una tierra que mana leche y miel; aquí tienen sus frutos. 28Pero el pueblo que habita el país es poderoso, tiene grandes ciudades fortificadas, hemos visto allí a los anaquitas. 29En la zona del desierto habitan los amalecitas; los heteos, jebuseos y amorreos viven en la montaña; los cananeos, junto al mar y junto al Jordán.
30Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo:
–Tenemos que subir y apoderarnos del país, porque podremos contra él.
31Pero los que habían subido con él replicaron:
–No podemos atacar al pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32Y desacreditaban la tierra que habían explorado delante de los israelitas:
–La tierra que hemos cruzado y explorado es una tierra que devora a sus habitantes; el pueblo que hemos visto en ella es de gran estatura. 33Hemos visto allí nefileos, hijos de Anac: parecíamos langostas a su lado, y así nos veían ellos.
Notas:
13,1-33 Los exploradores – Informe. Sin decir exactamente cuánto ha caminado el pueblo y cuánto falta para su arribo a la frontera de la tierra prometida, encontramos este relato donde Moisés envía una expedición para examinar el territorio. El informe (25-29), pese a que en principio es alentador, se convierte pronto en motivo de desaliento: el país explorado es muy poderoso; a pesar del entusiasmo de algunos (30), los ánimos decaen con las palabras de quien lo describe como impenetrable y poblado por gigantes (31-33). Este capítulo es el motivo narrativo que da pie a los relatos del capítulo 14.